Imagen de nota La Preocupación. Conoce su utilidad.jpg

Aunque la preocupación es algo normal, dado que todos la hemos experimentado y es parte de nuestra cotidianidad, tanto que podemos verla en frases como: ¿cómo voy a pagar la renta? ¿y si no termino el proyecto a tiempo? o ¿por qué mi amigo no me ha mandado mensaje? No negaremos que el sentirnos así pueda llegar a ser desagradable e incluso que en varios momentos nos hayamos cuestionado el porqué de su existencia.

Por eso, aquí te contamos todo lo que necesitas saber sobre la preocupación; para tratar de darle la vuelta, sacarle provecho y sea más llevadera.

 

Lo que necesitas saber

La preocupación es un proceso cognitivo en el que las personas anticipan posibles resultados que pueden afectarles negativamente acerca eventos futuros. Esto, aunque de manera rápida podríamos decir que está de más porque aún no ha sucedido, evolutivamente nos ha servido para prepararnos y responder esos retos en caso de que se presenten, pero ¿a que nos referimos con esto?

Escenario 1

Este mes compraste unos medicamentos que no estaban previstos dentro de tu presupuesto mensual por lo que descompletaste lo que tenías destinado para la renta y te preocupa no tener el dinero completo para cuando llegue la fecha de pago.

Aquí la preocupación puede hacerte buscar alternativas para solucionar el problema, ya sea pidiendo prestado a un conocido o anticipándole a tu casero la situación para ver si te puede extender la fecha de pago unos días.

Escenario 2

En la empresa donde trabajas te comunican que posiblemente tengas que viajar a fin de mes a supervisar una sucursal, lo que coincidiendo con un reporte que tenías agendado para esas mismas fechas; te genera preocupación ya que de suceder podría no alcanzarte el tiempo para realizar el reporte.

En este caso, la preocupación puede ayudarte a generar un plan de acción alternativo, a lo que tenías planeado antes de saber del viaje, que te permita realizar las dos cosas en caso de que el escenario suceda.

 

Estos dos ejemplos reflejan la utilidad de este proceso cognitivo. Sin embargo, la preocupación también puede volverse repetitiva, pasiva y generar malestar o ansiedad; con lo que habría que ser cuidadosos ya que permanecer mucho tiempo así puede afectar nuestro bienestar, siendo esa la señal para buscar gestionarla de otra manera y así cuidarnos a nosotros mismos.

Algunos ejemplos de situaciones que pueden indicar que la preocupación se está saliendo de control y/o tu bienestar se está viendo afectado son:

  • Te sientes agotado emocionalmente, inquieto o nervioso, tienes insomnio, dolores de cabeza, problemas estomacales, tensión muscular, dificultad para concentrarte y/o realizar tus actividades.
  • Lo que te preocupa es muy poco probable que suceda o te sientes continuamente preocupado por todo o cualquier cosa.
  • A raíz de que te sientes preocupado tu sensación de “estar bien” ha disminuido.
  • Has generado un plan de acción tomando en cuenta tus preocupaciones, pero sigues enganchado a ella y la sensación incomoda no se va.

Si esto llega a suceder considera hablar con un conocido sobre lo que te está sucediendo o buscar ayuda profesional.

Ahora que sabes más sobre la preocupación y tienes una referencia de cómo actuar ante ella, recuerda que estar atento a ti te servirá para poner en práctica lo aprendido.

 

Si tienes preguntas o necesitas más información, ¡no dudes en comunicarte con nosotros! 

Escríbenos a través de WhatsApp o Messenger, y sigue nuestras publicaciones enFacebook.

 

 

Fuentes de información:

https://www.helpguide.org/es/ansiedad/

https://www.redalyc.org/pdf/3691/369139947010.pdf

https://psicologiaysalud.uv.mx/index.php/psicysalud/article/view/2812/4664